Bolivia, uno de los dos países de Sudamérica sin litoral, se extiende sobre una vasta superficie que lo ubica entre los más grandes del mundo. Nombrado en honor a El Libertador, Simón Bolívar, este país tiene una rica historia tejida con los hilos de la colonización española. Es el hogar de una diversidad cultural y lingüística, los 11 millones de bolivianos representan una increíble sinfonía de gente y geografías, que se despliega desde los picos andinos hasta las llanuras amazónicas. Esta diversidad de paisajes ofrece tanto ventajas como desafíos.
¿Sabías qué onda con la economía de Bolivia?
Los descendientes del grandioso Imperio Inca han pasado por un montón de altibajos políticos que, honestamente, han sacudido bastante a Bolivia. Imagínate, desde aquellos tiempos de Hugo Banzer y sus movimientos, hasta una economía que parecía no querer salir de su zona de confort, centrada casi por completo en unos pocos productos estrella. A pesar de estos retos, Bolivia ha mostrado una resiliencia increíble, siendo un líder en la exportación de plata, estaño y coca desde hace siglos. ¿Te lo puedes creer? La minería ha sido su jugada maestra, aunque tuvieron un momento de tensión en los 80 cuando los precios del estaño se fueron al suelo.
Un poco de economía boliviana para el té de la tarde
Ahora, hablemos del presente, que es igual de interesante. Bolivia está dando de qué hablar con el litio, ese elemento que todos quieren para sus baterías. Resulta que es el segundo país con más reservas de este metal después de Argentina. ¡Pero espera! No es tan sencillo como llegar y llevar, porque estos yacimientos están bajo tierras protegidas e indígenas, además de estar en el área turística del Salar de Uyuni. Así que hay que moverse con cuidado, respetando a las comunidades y al medio ambiente.
Pero no todo es complicado en la economía boliviana. Bajo la administración de Chávez, se lograron hacer maravillas: el PIB de Bolivia se disparó, multiplicándose por cuatro, y la pobreza extrema se redujo un 20%, dejándola en solo el 18%. Así que, como ves, Bolivia está llena de sorpresas y desafíos, pero también de un montón de oportunidades y logros. ¡Y eso es algo por lo que brindar!
¡Explorando los métodos de pago en Bolivia!
¡Imagínate esto! En 2018, Bolivia se lanzó al mundo del comercio electrónico y logró juntar la nada despreciable cifra de 257 millones de dólares, esperando crecer aún más cada año. Con casi dos tercios de la población navegando por Internet y prácticamente todos teniendo un celular en mano, el tema de cómo hacer y recibir pagos en línea está más que nunca en el aire. Y bueno, ¡la cosa se pone aún más interesante con 154 startups entrando a la escena!
¿Y cuál es el hit del momento en métodos de pago?
Pues bien, en Bolivia, los monederos electrónicos están que arden, con el apoyo total de los bancos top y las compañías de teléfono, destacando especialmente en los pagos móviles. Es una maravilla lo fácil que es encontrar una app para hacer tus compras desde el móvil. Y como en muchos lugares de Sudamérica, los reyes del pago en línea incluyen a PayPal, Visa, Mastercard, American Express y Western Union. Para las empresas, poner en marcha sistemas de pago con tarjeta es pan comido, gracias a las pasarelas de pago especializadas en el entramado latinoamericano. Y para ponerle la cereza al pastel, hay un montón de opciones adicionales que se ajustan a lo que necesitas, sea cual sea el tamaño de tu negocio o el sector al que te dediques.
Para terminar…
Bolivia es un terreno fértil de oportunidades, rico en cultura y geografía, y con un apetito creciente por integrar métodos de pago modernos, especialmente entre la juventud que está súper conectada al ecommerce. ¡Así que si tienes una empresa, es hora de subirte a este tren!